Soledad, El Chaqueño Palavecino y Los Nocheros tuvieron su noche de folklore a lo grande; 90 mil personas asistieron para corear sus clásicos .
Con algunos contratiempos, los integrantes de "La Fiesta" llegaron al Predio Deportivo Roca pasadas las 23. "Nos atajó el tránsito, es impresionante. ¿Cuánta gente vino?", se excusó El Chaqueño, ignorando, evidentemente, que 90 mil personas esperaban ansiosos que salgan al escenario.
Alrededor de la medianoche, tras el desfile de las candidatas a reina de la manzana, los seis vocalistas de este nuevo "grupo de grupos", dieron inicio a un recital que hizo vibrar a la ciudad. General Roca es grande y si se tiene en cuenta el número de asistentes al festival, podría decirse que todos los habitantes de este paraje manzanero estaban presentes, ya que se calcula que allí viven cerca de 90 mil personas.
Pero no. La Fiesta de la Manzana lleva a Roca público de todos lados. Cipolletti, Cinco Saltos, Bariloche, Choele Choel, Neuquén, son sólo algunos de los nombres escritos en las banderas que los fanáticos de "La Fiesta" enarbolaban.
Es admirable ver cómo estos artistas encantan a su público. Aún con la posibilidad de la entrada libre y gratuita al predio, cientos de personas pagaron el costo de la platea VIP, para tener a la Sole, El Chaqueño y Los Nocheros, a escasos metros de distancia. Incluso un fiel seguidor de Soledad tuvo la ocasión de acercarle un regalo cuando la cantante de Arequito desfiló por la pasarela del imponente escenario del festival.
El público acompañó todo el repertorio durante las dos horas y media que duró el espectáculo. Luego de la apertura con "Somos el pueblo" y "De Simoca", el "trío sexteto", como les gusta llamarse, saludaron a la gente y comenzaron una seguidilla de chacareras y canciones que levantaron el ánimo y los aplausos. Bajo la batuta de El Chaqueño, un gran animador, hicieron reír y cantar a la enorme platea.
Más tarde llegó A Don Ata, y un sinfín de banderas, pañuelos y cuanta cosa se pueda agitar, se asomó por sobre la multitud de cabezas. Es que la Sole les enseñó a revolear el poncho con ese clásico del folklore nacional, y desde entonces, todos repiten el gesto. Tengan o no, claro está, el susodicho poncho.
Hacia el final, una mezcla de estilos: a "El Humahuaqueño" y "Mensaje de chacarera" les siguió una lambada, y, para terminar, volvieron a tocar "Amor salvaje" (ya lo habían interpretado promediando el repertorio), pero haciendo cantar al público, que coreó encantado.
Detrás de escena se pudo ver la satisfacción en los rostros de los seis cantantes y de sus músicos. No esperaban semejante convocatoria, ni mucho menos la ovación con que los despidieron. Encantados y apurados, subieron al colectivo que los llevará urgente a Córdoba, para presentarse en el Festival de Peñas de Villa María, penúltima estación antes del gran cierre de la gira, previsto para el 9 de abril en el Luna Park.
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